Siguiendo con el post anterior, hoy vamos a ver algunos métodos utilizados en el norte de Europa y en Norteamérica que permiten un ahorro de energía en la casa. Este tipo de métodos nos acercan a un concepto que viene sonando mucho en los últimos tiempos: las Smart Cities.
Con un nivel de complejidad bastante simple, los estudios dicen que un usuario puede ahorrar entre un 5% y un 10% en su consumo. El sistema es básico: con un pequeño dispositivo como el de la imagen, conectado por frecuencia con una pinza amperimétrica al cuadro general de la casa, un usuario puede ver en tiempo real su consumo a lo largo del mes, su conversión en EUR en la factura e incluso puede observar un histórico en una aplicación en su PC. La inversión en su dispositivo, se recupera en aproximadamente 3/4 meses.
Pese a que son sólo informativos, estos dispositivos pueden cambiar hábitos en el consumo.
Con un nivel de complejidad media tenemos el siguiente dispositivo, que ofrece también al usuario la monitorización además de la actuación sobre diferentes dispositivos. Los estudios dicen que un usuario puede aumentar su ahorro hasta un 20% con este tipo de sistemas. Es simple; a diferencia del anterior, permite encender y apagar equipos a través de una pantalla central o una aplicación en el PC. Así, el usuario participa activamente en el proceso de manera que si observa que hay un consumo innecesario en su hogar no tiene que levantarse para apagarlo, pudiendo hacerlo con un simple clic.
Con un nivel de complejidad alta, están los sistemas que se utilizan en ciudades pilotos como Aahrus (Dinamarca) o algunas ciudades del estado de California en EEUU. Estos sistemas, además de ofrecer todo lo anterior, están en comunicación con la utility (o empresa suministradora de energía) vía Internet, por ejemplo. La empresa envía diferentes avisos según la configuración que el usuario le da al sistema y permiten ahorros de hasta el 30% en la factura. Utilizan diferentes políticas "jugando" con diferentes tarifas horarias que, actualmente no existen en España (recordad que sólo existen dos: la ordinaria y la discriminatoria). Es lo que se llama Gestión Activa de la Demanda.
En el próximo post hablaremos de estas políticas (analizando que el ahorro no sólo lo tiene el usuario final) no sin antes, lanzar una pregunta al aire: ¿Por qué la mayoría de la población no tiene constancia de estos sistemas?
Un post estupendo. En España ya se empiezan a conocer estos dispositivos de ahorro, smartmeters, y resulta sencillo encontrarlos de diferentes precios y fabricantes en portales como www.smartmeter.es
Un saludo