El ahorro de energía en aparatos cotidianos (I)

Además de poder ahorrar energía con la domótica, existen otras formas más sencillas que tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar o usar un electrodoméstico.

Antes de proporcionaros los consejos, avisar que desde 2010, se impuso una clasificación/etiqueta energética de electrodomésticos, que podéis observar en la imagen, siendo el dispositivo A+++ el más eficiente de todos y el dispositivo D el que menos.

Etiqueta energética

Teniendo en cuenta esta clasificación, aquí van los primeros consejos:

- Lavadora: uno de los electrodomésticos más utilizados según el Instituto Nacional de Estadística. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la energía que se consume es en calentar el agua (si el lavado es de agua caliente). Así, un ciclo de lavado de 90º consume dos veces más energía que uno de 60º , hasta cuatro veces más que uno de 30º.

- Secadora: es un electrodoméstico cada vez más introducido en los hogares, que se debería utilizar exclusivamente cuando fuese imposible secar la ropa de manera natural. Incluso es mejor aplicar un ciclo más de centrifugado en la lavadora antes de utilizar la secadora y hacer uso de ésta con un ciclo más corto.

- Lavavajillas: conviene comprar uno de certificación energética mínima de A+, puesto que amortizas en un corto plazo esta certificación. También conviene utilizarlo en programas cortos o cuando esté completamente lleno. Y a los que piensan que es más eficiente lavar a mano, aunque el gasto energético puede ser menor, el de agua es mucho mayor.

- Horno: la diferencia de consumo entre uno de clase C y uno de clase A es tres mayor, así que conviene invertir en un horno más eficiente energéticamente. Por otro lado, es recomendable no abrir la puerta del electrodoméstico mientras que se cocina ya que supone un descenso de 45º en la temperatura, con el gasto añadido para volver a alcanzar la temperatura requerida.